La Ruta del Vino de la Sierra de Francia une la cultura de los vinos de la DOP Sierra de Salamanca con el patrimonio de sus 22 municipios socios, formados por 37 bienes declarados de interés cultural en su territorio, el 12,85 % de todos los de la provincia de Salamanca.
El arte rupestre tiene una gran representación en 22 espacios naturales de la Ruta del Vino: Herguijuela de la Sierra cuenta con 16 BIC en esta categoría, Valero con 4, 1 está ubicado en Cepeda y otro en San Miguel de Valero. Parajes de inigualable belleza paisajística y de gran riqueza en especies, por los que, entre buitres y cabras monteses, acebos, madroños y vides; se llega a los abrigos del monte que descubren al senderista la huella de los antepasados de un territorio convertido en lienzo.
Visitar los Castillos de Miranda del Castañar, San Martín o Montemayor del Río, es abrir la puerta de museos, torres y fosos medievales. Pasear por Monforte de la Sierra lleva al viajero curioso a conocer el villazgo y su régimen de plena jurisdicción concejil, una mirada a la historia representada en su magnífico Rollo de Justicia, también catalogado con el título de BIC.
La riqueza del patrimonio de la Ruta del Vino pasa además por los edificios religiosos declarados de Interés Cultural en la categoría de ‘monumentos’. Las parroquias de Los Santos y San Martín del Castañar, la iglesia Nuestra Señora de la Asunción en Valdefuentes de Sangusín, la de la Virgen de Robledo o la Ermita del Humilladero, ambas en Sequeros, son claros ejemplos de magníficas construcciones en las que descubrir el arte como expresión del simbolismo ligado al acervo de las creencias y al origen místico de antiguas tradiciones que han llegado hasta la actualidad en esta zona vinícola.
Villanueva del Conde, un pueblo fortaleza entorno a sus huertos y rodeado de viñedos que se extienden entre las crestas de sus cerros; Miranda del Castañar con su castillo y su plaza de toros, su alhóndiga, la ronda de sus murallas y el románico de sus ermitas; Mogarraz una localidad que despierta los sentidos del visitante combinando la arquitectura popular más pura con el sonido del agua de sus pilones, y la transmisión familiar de los quehaceres artesanos con la vanguardia del arte contemporáneo; San Martín del Castañar un municipio que invita a perderse entre estrechas calles y rincones con encanto para llegar hasta el castillo en la parte alta del pueblo o a descubrir las ruinas de antiguos conventos, buenos vinos y tradición apicultora; Sequeros, territorio vetón, donde el poeta León Felipe pasó su niñez, dando después nombre al teatro del siglo XIX de este municipio, pueblo de orives que ornaban los trajes serranos con botonaduras charras, hebillas y alhajas de oro, plata, algolfas, corales y azabaches, y por último, Montemayor del Río presidido por el Castillo de San Vicente, vigilante de los bosques de castaños que lo circundan escondiendo un tesoro micológico y el pan de sus cesteros.
Seis municipios declarados BIC en la categoría de Conjuntos Históricos que ofrecen al visitante de la Ruta del Vino la posibilidad de recorrer sus calles empedradas flanqueadas por la arquitectura serrana de recias casas, floridas entre la piedra y la madera de sus entramados, por moradas blasonadas de nobles e hidalgos e ir descubriendo secretos de la Inquisición, leyendas del medievo, biografías de condes, duques y marqueses o antiguas fábricas de chocolate y talleres artesanos, mientras la expresión artística más actual sorprende en simbiosis, anexando pasado y presente de una tierra de emprendedores.