Cualquier época del año es buena para visitar el territorio de la Ruta del Vino Sierra de Francia, pero disfrutar del despertar de la naturaleza al calor del sol de primavera, de los bosques cruzados por riachuelos y salpicados de charcas bordeadas de flores, de la tranquilidad de los pueblos y la algarabía de sus terrazas, de la excelencia de una gastronomía con productos de la tierra, y de la calidez de un buen vino en uno de los alojamientos con encanto que el turista se puede encontrar, no tiene precio.
Ir al territorio de la Ruta del Vino es viajar a un destino sin aglomeraciones, es estar dispuesto a saborear el tiempo y a escuchar el silencio, es querer descubrir una tierra que te ofrece atardeceres entre montañas y despertares entre trinos y melodías de la naturaleza, mañanas de senderismo, visitas a bodegas, museos, talleres, compras, bicicletas… y tardes de descanso, ermitas, procesiones, iglesias, paseos por calles empedradas a la sombra de casas tramonadas y solariegas, horas de calidad sin mirar el reloj, regadas con catas de vino, aceite, miel y las mejores tapas ibéricas. La experiencia de vivir el turismo rural sin artificios y sin renunciar a la comodidad de habitaciones tranquilas en hoteles y casas rurales, al relax del agua en los spas y a la más exquisita de las atenciones en sus restaurantes.
Busca tu rincón preferido en el territorio de la Ruta del Vino Sierra de Francia, tanto si vienes en familia, como si lo haces con amigos o con tu pareja, vas a encontrar la experiencia perfecta (https://rutadelvinosierradefrancia.com/), tenemos todo preparado en nuestros pueblos para que esta Semana Santa tu primavera aquí, brille con más fuerza.